De ser aprobado en el Senado, las universidades tendrán un mes para presentar el plan.
El pasado 2 de julio la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó el proyecto que da apoyo a los estudiantes de educación superior con planes de flexibilización en el cobro de aranceles y matrícula, y la prohibición de sancionar a quienes hayan sido afectados por la crisis sanitaria.
Se trata de una ley que contempla medidas académicas y económicas mientras dure el Estado de Catástrofe, que tiene por objetivo apoyar la continuidad de formación de los estudiantes de universidades, institutos y centros de formación técnica que puedan acreditar que su situación socioeconómica se haya visto afectada a causa de la pandemia.
Es decir, las instituciones académicas no podrán sancionar a sus alumnos por no pagar el arancel ni la matrícula o condicionar el servicio educativo por el pago de estas. El cobro se hará una vez que den fin al Estado de Catástrofe, pudiendo hacer el pago en cuotas dentro de los 24 meses continuos, sin cobros de intereses ni multas de por medio.
Respecto a esto, el diputado Esteban Velásquez dijo que “se trata de entregarle un respaldo hoy día a los estudiantes y las familias que están pasando por un mal momento económico, pero tampoco dejar sin recurso a futuro a las universidades porque también lo requieren para los fines pertinentes como el pago de su respectivo personal”.
Otro alcance de la propuesta es que el Ministerio de Educación abra un nuevo periodo de postulación para la gratuidad y otros beneficios para el segundo semestre del presente año.
La admisibilidad del proyecto fue aprobada con 80 votos a favor, 53 en contra y 17 abstenciones, pasando directo al Senado, que de ser aprobada, las instituciones educativas tendrán un plazo de un mes para presentar dicho plan sin poder generar intereses ni multas por mora.
Hablamos con el senador Alejandro Guillier, quien nos comentó que cualquier postergación de pagos será un alivio para las familias que debido a la emergencia sanitaria no están recibiendo ingresos, o bien han disminuido significativamente, agregando que “también hay que tener cuidado con un endeudamiento a futuro que puede ser demoledor”.
Además, con respecto al contexto, y las clases en línea que están recibiendo los estudiantes, comenta que “no pueden pretender las instituciones que los estudiantes o las familias carguen con los costos de una crisis, acá lo que tiene que hacer el Estado es apoyar a todas las instituciones que se vean mermadas, y la familia proteger sus ingresos y en ningún caso pagar por servicios no prestados”, asegurando que debe haber un ajuste en el cobro de aranceles ya que no se están prestando los servicios correspondientes al no ocupar los espacios universitarios.