Autoridad regional indicó que establecimientos educacionales podrán solicitar autorización para comenzar a funcionar en Fase 3.
A prácticamente siete meses desde la suspensión de clases presenciales en escuelas, liceos y colegios de la región, ya son más de 50 escuelas en todo el país que han vuelto a recibir a sus alumnos para seguir aprendiendo. Miles de niños y jóvenes que han podido reencontrarse con sus compañeros y volver a vivir la experiencia escolar. Sin embargo, para que esto se cumpla, el Gobierno ha desarrollado un programa de siete pasos a fin de resguardar la seguridad sanitaria de las personas, en el cual se indica que el retorno presencial a clases no se puede producir si no hasta la Fase 3 del Plan “Paso a Paso”.
“Durante la Fase 3, el sostenedor puede solicitar la apretura del establecimiento, previa evaluación y autorización de la autoridad sanitaria local y avanzando a Fase 4, es la Seremi de Educación la que autoriza directamente el funcionamiento al sostenedor”, explicó el Seremi de Educación, Hugo Keith.
La autoridad regional indicó también que “el Ministerio de Educación plantea tres pilares para el retorno presencial a clases, los cuales guardan relación con garantizar las condiciones sanitarias para materializar la vuelta a clases; un retorno gradual y paulatino de los escolares y sus diferentes niveles; y la voluntariedad en el proceso para los sostenedores, padres y apoderados, quienes tomarán la decisión final para enviar a los alumnos a clases”.
Keith agregó que los colegios deben asegurar el cumplimiento de los contenidos pedagógicos tanto en aula como en clases online y, si bien las condiciones son complejas, no existe un método que reemplace a lo que se obtiene de una clase presencial. “Sumado a ello, hay todo un mundo de contención socioemocional para los niños y niñas, el acompañamiento y el reencuentro entre alumnos, docentes y todos quienes conforman la comunidad educativa”, argumentó.
Respecto a la repitencia, el seremi enfatizó que es una medida que hoy no es razonable aplicar, “así como tampoco es razonable que se tomen medidas únicas y exclusivas, siendo que las realidades y necesidades son diversas”, concluyó.