Conozca los riesgos para la salud de nuestra piel al usar las populares mascarillas faciales caseras o réplicas del maquillaje.
Debido a la cuarentena por COVID-19, se ha vuelto más complejo salir y adquirir los productos faciales que usamos normalmente, por este motivo las personas están prefiriendo hacer los famosos “DIY”, que son las siglas en inglés de “hágalo usted mismo” que cada vez cobra más popularidad en las redes sociales en la categoría de belleza.
A través de Instagram o TikTok, la aplicación que se ha vuelto tendencia durante la cuarentena, podemos ver tutoriales cortos de cómo hacer mascarillas faciales caseras con productos que tenemos en nuestra cocina, al alcance de todos y todas, prometiendo dejar la piel increíble.
Sin embargo, esto podría significar un peligro para nuestra piel si desconocemos la función de los componentes y en la cantidad que debe ser aplicada, por esta razón siempre es recomendable acudir a un profesional especializado que sabrá cómo ayudar con el problema específico -ya sea acné, manchas, rosácea, etc.- y dependiendo de factores como el tipo de piel, el pH, entre otras cosas.
Ya que ingredientes que se encuentran en diferentes mascarillas caseras recomendadas por personas que no tienen los conocimientos adecuados, como el limón, el bicarbonato de sodio y el aceite de cocina, podrían generar graves consecuencias en el rostro como quemaduras, reacciones alérgicas, irritación, y finalmente manchas en la piel.
Del mismo modo pasa con el maquillaje, cuando buscan réplicas -que son más accesibles- para tener la marca popular del momento pero estas no son originales existe un riesgo para la salud de las personas. En este contexto, la maquilladora profesional, Angela Valencia, invita a ver el primer capítulo de la docuserie “Sociedad de consumo” en Netflix, que muestra el peligro de usar maquillaje falsificado.
Con respecto al lugar donde estos productos se fabrican, comenta que “se han encontrado caca de ratas, hasta orina de caballo, de persona, y esto por qué se da, porque obviamente si yo voy a armar una réplica y la réplica tiene que salir barata, no voy a hacerlo en un laboratorio certificado, porque ya me aumenta el costo de producción”, debido a que buscan lo más económico para vender a un bajo costo, teniendo el mínimo control de sanidad.
Además, en relación a los componentes que utilizan para crear el producto cuenta que “se ha visto que han usado pegante, productos o ingredientes con contenido altísimo de plomo, y el plomo es altamente cancerígeno”. Aconsejando que “tengan cuidado con lo que está detrás, porque te pueden dar unas infecciones terribles, o sea, las consecuencias pueden ser realmente nefastas”.
Para prevenir comprar estos productos falsificados, recomienda que debemos fijarnos en el valor, ya que si en la página oficial tiene un precio, y en otra página de internet o bien en la calle lo venden a la mitad, o a la cuarta parte de este valor, significa que es una réplica.
Sugiere comprar productos de farmacia como Maybelline, L’Oréal o Revlon, que al ser las marcas creadoras de la cosmética tienen laboratorios propios con años de experiencia pudiendo crear productos económicos pero de buena calidad.
También existen los “dupes” del maquillaje, que es la versión económica de un producto original pero están avalados por un laboratorio certificado, lo cual es una buena opción para no poner en riesgo nuestra salud. Estos se pueden encontrar en YouTube al buscar el nombre del producto original junto a la palabra “dupe”.
Por último, la maquilladora añade “falso póntelo todo menos en maquillaje y la cosmética porque finalmente tú te pones unas zapatillas falsas y no pasa nada, la zapatilla no te va a dañar el pie (…) pero la cosmética sí, es tu salud, es súper peligroso, cualquier tipo de producto cosmético, cremas, maquillajes, lo que va a tocar tu piel, es demasiado peligroso que sea réplica”.