Por: Rodrigo Ramírez Navarro
Presidente Rotary Club Antofagasta
Pocas son las ciudades de Chile que tienen un símbolo tan propio y representativo de su comunidad como lo es: el ANCLA DE ORO. Con este emblemático icono, el ancla, enraizado en lo más alto de los cerros de la ciudad y que antaño los navegantes utilizaban para aproximar seguros a su rada impulsados por los vientos del sur-oeste, la Ilustre Municipalidad de Antofagasta agradece y distingue a sus hijos, ya sean personas o instituciones, que han destacado por sus valores cívicos y su contribución desinteresada aportando a la comunidad. El Ancla de Antofagasta, en metal noble, año a año, es entregada a quienes bien lo merecen.
Rotary Club Antofagasta la recibió el 14 de febrero de 2005, desde entonces ha tratado siempre de ser digno de tal noble reconocimiento, realizando obras de profundo sentido social y comunitario, honrando su lema “Dar de sí, sin pensar en sí”.
Este 14 de febrero de 2020, la Ilustre Municipalidad agradece la noble y esforzada labor de “Don Orione”. Rotary Club Antofagasta felicita y se alegra con tan merecido reconocimiento. El cariño y esforzado trabajo por las personas de la tercera edad, es noble, es agradecido, debe ser imitado.
Gracias Don Orione por vuestro trabajo diario por nuestros ancianos, con este hermoso reconocimiento, nosotros reflexionamos y recibimos el mensaje profundo y silencioso. Preocupémonos, ocupémonos y amemos a nuestros viejitos queridos.