Por: Matías Carrión
Director Regional de Antofagasta Fundación Urbanismo Social
Ponernos de acuerdo es el secreto, porque sabemos que el Estado solo o bien, la sociedad civil por sí sola no pueden construir un proyecto urbano sostenible en el tiempo, si no cuentan con un tercer actor clave: el sector privado.
Hoy existe una profunda desconfianza hacia este mundo, así lo revela la encuesta Bicentenario UC 2020, donde los resultados arrojan que menos de un 10% de las personas confía en las empresas, por esto, hoy tienen una gran oportunidad de involucrarse en proyectos para mejorar la ciudad y generar vínculos con la comunidad.
Sin lugar a dudas, sí trabajamos articulados y nos ponemos de acuerdo, podemos hacernos más fuertes para impulsar iniciativas que buscan el bien común. Nuestra experiencia, donde hemos trabajado con todos los actores que componen un territorio -incluyendo a privados- ha sido satisfactoria, porque hemos logrado grandes avances, hemos generado vínculos de confianza y hemos detonado procesos sociales sostenibles en el tiempo.
En una región como Antofagasta donde la desigualdad es significativa, como expresa la última Casen, donde comparativamente la pobreza de ingresos subió 4,2 puntos en comparación al 2017, alcanzando a más de 60 mil personas. En esta región esta medición se torna especialmente relevante considerando que el PIB regional que alcanza más de 14 mil millones de pesos, lo que representa un 9% del PIB Nacional
Hay empresas que están dispuestas a confiar en proyectos innovadores y quieren poner a disposición de la comunidad y otros actores ciertas herramientas con las que cuentan y que pueden potenciar iniciativas que entreguen un bienestar a la población.
Es así como hemos tenido la oportunidad de trabajar con empresas reconocidas de la región en la plataforma digital Locales Conectados.
Es de suma importancia generar una reactivación a través de alianzas con el sector privado y público con una mirada sostenible que transforme el gasto social en inversión y que democratice el uso de tecnología.
Esto es un claro ejemplo de que las cosas se pueden hacer de manera diferente cuando hay voluntades de todos los sectores, permitiendo un cambio positivo en una comunidad o en la región de Antofagasta.