Se han revelado ciertos aspectos que plantean serias dudas acerca de la transparencia y el cumplimiento de las regulaciones ambientales.
Un reciente análisis ha puesto al descubierto una preocupante situación relacionada con Codelco Chile División Chuquicamata. Durante el proceso de venta de 690.000 kilos de ánodos de plomo realizado el 21 de diciembre de 2022, a través del martillero público Julio Marticorena, se han revelado ciertos aspectos que plantean serias dudas acerca de la transparencia y el cumplimiento de las regulaciones ambientales.
Es fundamental resaltar la importancia de cumplir rigurosamente con las regulaciones y normas relacionadas con la disposición final de residuos, especialmente cuando se trata de materiales tóxicos como el plomo. Acuerdos internacionales como el de Escazú y Basilea prohíben el transporte transfronterizo de estos materiales cuando hay capacidad de tratamiento en el país.
Según las bases establecidas en la página web del martillero público y en el aviso publicado en el diario Mercurio de Calama, se requería que los participantes presentaran resoluciones sanitarias vigentes para el transporte, reciclaje y disposición final de los ánodos y baterías. Sin embargo, hemos recibido información que indica que la empresa adjudicada no presentó el certificado de disposición final exigido en las bases, lo cual podría implicar un incumplimiento grave de las normas establecidas.
Esta posible falta de cumplimiento de las bases podría haber otorgado a la empresa adjudicada una ventaja injusta sobre otras compañías que no participaron debido a la falta de certificaciones. Además, también podría haber perjudicado a aquellos participantes que sí cumplieron con todos los requisitos establecidos.
Por lo tanto, es necesario llevar a cabo una revisión exhaustiva del proceso de venta y tomar las medidas necesarias para garantizar la transparencia y equidad en el mismo. Asimismo, consideramos de vital importancia realizar una evaluación detallada de la empresa adjudicada y aplicar las medidas correspondientes tanto para la compañía como para aquellos responsables de este posible error.
Es relevante mencionar que en el año 2021 se produjo una situación similar con el mismo martillero público, donde la prensa denunció un proceso irregular en la venta de baterías y ánodos de plomo llevado a cabo por Codelco y el martillero, lo cual perjudicó a los competidores que actuaban de manera justa. Posteriormente, Codelco resolvió internamente la situación, entregando los ánodos y baterías a la empresa que contaba con las certificaciones ambientales actualizadas.
Esta nueva situación plantea interrogantes acerca de la eficacia de las medidas tomadas anteriormente y la necesidad de implementar cambios para evitar la repetición de este tipo de incidentes. El medio ambiente y la salud de las personas no pueden estar en riesgo debido a intereses poco claros o a la falta de cumplimiento de las regulaciones ambientales.