Autoridad posee un centenar de trampas en las zonas costeras de la región y mantiene estricto control epidemiológico.
Una estricta vigilancia entomológica y de tipo epidemiológico, mantiene la Autoridad Sanitaria en la región, en torno a la eventual aparición del mosquito Aedes Aegypti. Esto, con el propósito de detectar precozmente la presencia del insecto y evitar su reproducción.
La seremi de Salud de Antofagasta, Jessica Bravo, manifestó que la entidad que dirige mantiene una fuerte acción preventiva frente a la eventual aparición del mosquito Aedes Aegypti, lo que se plasma en la revisión semanal de más de 100 trampas ubicadas en puntos estratégicos del litoral.
DETECCIÓN TEMPRANA
La personera detalló que las trampas – que tienen como propósito detectar tempranamente a los ejemplares que pudieran ingresar a la región – están ubicadas entre Tocopilla y Coloso, abarcando puertos y lugares de importancia comercial entre los que se cuentan adicionalmente Michilla, Mejillones y Antofagasta.
Paralelamente, y a través de su Unidad de Epidemiología, la Autoridad Sanitaria mantiene una estricta vigilancia respecto de la eventual aparición de pacientes que pudieran estar afectados de Dengue y que hayan sido detectados en un recinto asistencial, de modo de levantar información que describa cómo se habrían contagiado.
PARTICIPACIÓN CIUDADANA
La autoridad destacó que detectar precozmente y prevenir la aparición del Aedes Aegypti, requiere el apoyo y la participación activa de la ciudadanía.
En ese sentido, la Seremi de Salud destacó la importancia de evitar en el hogar y en los inmuebles en general, el apozamiento de agua en el patio, floreros y la acumulación de materiales en desuso.
PORTADOR DE PATOLOGIAS
La autoridad explicó que el referido insecto puede ser portador de patologías graves como Fiebre Amarilla, Zika, Dengue y Chinkungunya, añadiendo que éste no ha sido encontrado en la Región de Antofagasta, aunque sí en los países fronterizos.
Jessica Bravo comentó que en la actualidad existen hallazgos del Aedes Aegypti en Arica y Los Andes, aunque no se han encontrado agentes patógenos en alguno de ellos.