
Monseñor Ignacio Ducasse Medina, Arzobispo de Antofagasta y Gran Canciller de la UCN, llamó a recibir con fe esta elección y como un signo del Espíritu Santo.
En una jornada cargada de simbolismo y esperanza para el mundo católico, el cardenal Robert Francis Prevost fue elegido por el Colegio Cardenalicio como el nuevo Papa, asumiendo el nombre de León XIV. Su elección fue recibida con entusiasmo en todo el mundo, especialmente en América Latina, región con la que el nuevo Pontífice guarda estrechos vínculos pastorales.
Nacido en 1955 en Chicago, Estados Unidos, Prevost es miembro de la Orden de San Agustín. Fue misionero durante varios años en Chiclayo, Perú, donde ejerció una destacada labor pastoral como obispo desde 2004 hasta 2014. En 2020 fue nombrado miembro de la Congregación para los Obispos, y más tarde prefecto del Dicasterio del mismo nombre, función que ejercía hasta su elección como Sucesor de Pedro. Su perfil combina experiencia pastoral, formación académica y una espiritualidad arraigada en la tradición agustiniana, contemplativa y misionera.
Con motivo de la elección del nuevo Pontífice, Monseñor Ignacio Ducasse Medina, Arzobispo de Antofagasta y Gran Canciller de la Universidad Católica del Norte (UCN), envió un mensaje a la comunidad eclesial y universitaria, subrayando la relevancia de este momento para la vida de la Iglesia: “Hemos sido testigos de un momento profundamente significativo (…) Estoy convencido de que su elección es un signo de la presencia del Espíritu Santo, que sigue acompañando a la Iglesia. Su testimonio será sin duda un faro que nos ilumine en el caminar como pueblo de Dios”.
Además, hizo un llamado a la comunidad eclesial y universitaria, con motivo de la elección del nuevo Papa: “Los invito a dejarnos interpelar por su palabra y su ejemplo, y a asumir con responsabilidad y fe nuestro compromiso como Iglesia y como universidad católica, siendo fermento de esperanza, verdad y servicio en medio de la sociedad”.
En tanto, y en relación también a la elección del nuevo sucesor de Pedro, la rectora de la Universidad Católica del Norte, Dra. María Cecilia Hernández, señaló: “Estamos alegres de contar con un nuevo guía espiritual para toda la Iglesia. Me gustó mucho que en sus primeras palabras agradeciera al Papa Francisco y el cómo reconoce que este es un camino que inicia un nuevo tránsito donde está él, y el cómo habló de estar al servicio. En abril estábamos con la tristeza de despedir al Papa Francisco y hoy, a pocos días, estamos alegres por la llegada del Papa León XIV como nuevo pastor”.
Agregó que “en ese transitar, desde la pena de la despedida a la alegría de un nuevo Papa, queda clara la fe en la resurrección; la fe en estos caminos de esperanza, donde podemos pasar de la pena a la alegría tan rápido, solamente porque hay fe en este pueblo de Dios que sabe que estamos acompañados por líderes que, más allá que sean elegidos por hombres o por personas, ahí está el querer del Señor. Eso es lo que nos conforta de despedirnos de un Papa guía y padre como fue Francisco, y a la vez estar contentos por la llegada de este nuevo Papa para continuar el camino”.
BIOGRAFÍA
El perfil del Papa León XIV está marcado por la sencillez, la cercanía con los pueblos y una espiritualidad agustiniana centrada en el amor a Dios y al prójimo. Ha despertado expectativas positivas entre fieles y analistas, especialmente por su conocimiento del mundo latinoamericano y su sensibilidad ante las necesidades de las comunidades más vulnerables.
Desde ahora, todas las miradas estarán puestas en los primeros gestos de su pontificado, en la orientación que dará a los grandes temas eclesiales y en su capacidad de comunicar esperanza en tiempos de incertidumbre. La Iglesia inicia así una nueva etapa bajo la guía de León XIV, el 267° Papa de la historia.
De acuerdo con el sitio Vatican News, el nuevo Papa eligió el nombre de León XIV y fue Prefecto del Dicasterio para los Obispos. Fue elegido a las 18:07 h de hoy (hora de Roma) y es el 267º Papa de la historia.
Primer Papa agustino, es el segundo Pontífice del continente americano después de Francisco, pero, a diferencia de Bergoglio, el estadounidense Robert Francis Prevost, de 69 años, es originario de América del Norte. De hecho, el nuevo obispo de Roma nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago (Illinois – EE. UU.), hijo de Louis Marius Prevost, de ascendencia francesa e italiana; y de Mildred Martínez, de ascendencia española. Tiene dos hermanos, Louis Martín y John Joseph.
Pasó su infancia y adolescencia con su familia y estudió primero en el Seminario Menor de los Padres Agustinos y después en la Universidad de Villanova, Pennsylvania, donde se licenció en Matemáticas y estudió Filosofía en 1977. El 1 de septiembre de ese mismo año ingresó en el noviciado de la Orden de San Agustín (OSA) de St. Louis, en la provincia de Nuestra Señora del Buen Consejo de Chicago, e hizo su primera profesión el 2 de septiembre de 1978. El 29 de agosto de 1981 emitió los votos solemnes.
Recibió su formación en la Catholic Theological Union de Chicago, licenciándose en Teología. Y a los 27 años fue enviado por sus superiores a Roma para estudiar Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino (Angelicum). En la Urbe fue ordenado sacerdote el 19 de junio de 1982 en el Colegio Agustiniano de Santa Mónica por monseñor Jean Jadot, pro-presidente del Pontificio Consejo para los No Cristianos, hoy Dicasterio para el Diálogo Interreligioso.
Prevost se licenció en 1984 y al año siguiente, mientras preparaba su tesis doctoral, fue enviado a la misión agustiniana de Chulucanas, Piura, Perú (1985-1986). En 1987 discutió su tesis doctoral sobre “El papel del Prior Local de la Orden de San Agustín” y fue nombrado director de Vocaciones y director de Misiones de la Provincia Agustiniana “Madre del Buen Consejo” en Olympia Fields, Illinois (EE. UU.).
Al año siguiente se incorporó a la misión de Trujillo, también en Perú, como director del proyecto de formación común para los aspirantes agustinos de los vicariatos de Chulucanas, Iquitos y Apurimac.
En el espacio de once años desempeñó los cargos de prior de la comunidad (1988-1992), director de formación (1988-1998) y profesor de profesos (1992-1998) y, en la archidiócesis de Trujillo, de vicario judicial (1989-1998) y profesor de Derecho Canónico, Patrística y Moral en el Seminario Mayor “San Carlos y San Marcelo”. Paralelamente, se le confió la atención pastoral de Nuestra Señora Madre de la Iglesia, más tarde parroquia con el título de Santa Rita (1988-1999), en la periferia pobre de la ciudad, y fue administrador parroquial de Nuestra Señora de Monserrat de 1992 a 1999.
En 1999 fue elegido Prior Provincial de la Provincia Agustiniana “Madre del Buen Consejo” de Chicago, y dos años y medio después, en el Capítulo General Ordinario de la Orden de San Agustín, sus hermanos le eligieron Prior General, confirmándole en 2007 para un segundo mandato.
En octubre de 2013 regresó a su provincia agustiniana en Chicago, y fue director de Formación del Convento de San Agustín, primer consejero y vicario provincial; cargos que desempeñó hasta que el Papa Francisco lo nombra, el 3 de noviembre de 2014, administrador apostólico de la diócesis peruana de Chiclayo, elevándolo a la dignidad episcopal como obispo titular de Sufar. Ingresó en la diócesis el 7 de noviembre, en presencia del nuncio apostólico James Patrick Green, quien le ordenó obispo poco más de un mes después, el 12 de diciembre, en la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe, en la catedral de Santa María.
Su lema episcopal es “In Illo uno unum”, palabras que San Agustín pronuncia en un sermón, la Exposición sobre el Salmo 127, para explicar que “aunque los cristianos somos muchos, en el único Cristo somos uno”.
El 26 de septiembre de 2015 fue nombrado obispo de Chiclayo por el Pontífice argentino y en marzo de 2018 fue elegido vicepresidente segundo de la Conferencia Episcopal Peruana, dentro de la cual también es miembro del Consejo Económico y presidente de la Comisión de Cultura y Educación.
Mientras tanto, el 15 de abril de 2020, llega el nombramiento papal también como administrador apostólico de la diócesis peruana de Callao.
El 30 de enero de 2023, el Papa lo llama a Roma como prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, promoviéndolo a Arzobispo. Y en el Consistorio del 30 de septiembre del mismo año lo creó y nombró cardenal, asignándole el diaconado de Santa Mónica. Prevost tomó posesión el 28 de enero de 2024 y, al frente del dicasterio, participó en los últimos viajes apostólicos del Papa Francisco y en la primera y segunda sesiones de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la Sinodalidad, celebradas en Roma del 4 al 29 de octubre de 2023 y del 2 al 27 de octubre de 2024, respectivamente. Una experiencia en asambleas sinodales ya adquirida en el pasado como prior de los agustinos y representante de la Unión de Superiores Generales (UGS).
El 6 de febrero de este año fue promovido al orden de los obispos por el Pontífice argentino, obteniendo el título de la Iglesia Suburbicaria de Albano.
Durante la última hospitalización de su predecesor en el policlínico “Gemelli”, Prevost presidió el rosario por la salud de Francisco el 3 de marzo en la plaza de San Pedro.