El parlamentario y ex edil sostuvo que Calama fue pionera en la erradicación de los casinos ilegales.
Esta semana el Congreso estuvo en la pauta de todos los medios, y no precisamente por la labor legislativa. Dos reportajes marcaron la agenda, por un lado los altísimos atrasos e inasistencias que incluso involucran a una parlamentaria de la región, y por el otro el conflicto de interés que han denunciado contra el senador Pizarro (DC) al intervenir en leyes sobre los denominados “minicasinos” mientras su cónyuge (esposa) mantiene relaciones de negocios con tales.
Es sabido que en la región de Antofagasta también abundan este tipos de locales “de destreza” y que incluso tienen patentes otorgadas por los municipios. Al respecto, el ex edil de Calama y actual diputado por la región, Esteban Velásquez (FRVS) señaló que “la ciudad de Calama fue pionera en la erradicación de estos casinos ilegales, que de destreza nada tienen sus juegos, porque cerramos un montón y todos conocemos el daño que causan, no sólo al patrimonio fiscal sino también a las personas”.
“La ley es clara, y la Contraloría que por estos días en Calama ha estado en la boca de algunos ediles también ha sido clara en señalar que estos recintos son ilegales y, en consecuencia, no se entiende que hoy en día los municipios estén otorgando patentes para estos locales. Por eso es necesario que los alcaldes de todas las comunas de nuestra región den una señal fuerte y clara de erradicación de estos negocios ilegales.” Sostuvo Velásquez.
“Es una gran duda hoy a qué políticos y autoridades estos minicasinos han financiado sus campañas, porque esa información no se puede saber si hacen ‘aportes menores’ como les llama la ley, y muchas veces se han usado estos resquicios legales para que no se sepa quien aporta a las campañas políticas haciéndose varios aportes de menores cantidades, y por eso hemos presentado ya hace un tiempo un proyecto de ley para revelar todos los aportes recibidos por los candidatos y autoridades para sus campañas”, finalizó el legislador calameño.