Por: Felipe Flores Toledo
Administrador Publico – U. Mayor
Consultor Político Goberna
Especialista en Comunicación Estratégica UC
Las variables evidentes de esta elección están dados por el votante de Parisi y el porcentaje de nuevos votantes que se integren al proceso de balotaje.
La segunda vuelta presidencial de este domingo 21 de diciembre, se presenta con mucha incertidumbre y muy abierta para ambos candidatos que representan tipos de sociedad muy discordantes entre sí en materia política, social y cultural. En la región Antofagasta esta incertidumbre es mayor, ya que la fuerza política que obtuvo una contundente votación pasada, fue la del ex candidato del Partido de la Gente expresada en su máximo líder, Franco Parisi. Esto a pesar de nunca haber estado en el país y sumado a una seguidilla de cuestionamientos de distinto índole hasta la fecha, logró, encantar a un tipo de electorado muy cuestionadora tanto de las practicas desarrolladas en los últimos años por la fuerzas políticas tradicionales, de “izquierda” y de “derecha”.
Por lo tanto, los ojos de todo un país estarán fijados en saber cómo se irán dando el resultado de las primeras mesas escrutadas de un total de 1437 mesas en la región de Antofagasta, pasadas las 18:00 horas. De esta forma se dilucidará, quién canalizó de mejor forma los votos de Parisi, lo cual le entrega cierto grado de determinación a este grupo electoral, para saber si el próximo jefe de estado será Gabriel Boric o Juan Antonio Kast.
Ahora bien, las variables evidentes de esta elección están dadas por la ya mencionada, “votante de Parisi” y el porcentaje de “Nuevos votantes” que se integren al proceso de balotaje.
En el caso de la primera variable mencionada, al ser un perfil cuestionador de las fuerzas tradicionales, puede que se resten del proceso pensando en guardar capital político para una próxima elección y no hipotecar lo que representa Franco Parisi.
En el caso de la segunda variable, responderá a la motivación personal histórica que despierte tomar posición de aspectos valóricos, éticos y filosóficos del cauce en la gestión gubernamental, para propiciar una sociedad que en su conjunto responda a las aspiraciones y sueños en un mundo actual cada vez más exigente y cambiante.