Por: Pedro Araya Guerrero
Senador Región Antofagasta
Los incentivos que ofrece el programa del candidato presidencial de ultra derecha, como que las parejas que estén casadas legalmente puedan acceder a mejores planes de salud, herencias y beneficios tributarios, así como su nulo interés en avanzar en el reconocimiento de la dignidad y derechos de las personas y los constantes intentos del Presidente Piñera por boicotear los proyectos de retiros de las AFP son solo algunos de los ejemplos que nos deben hacer reflexionar- detenida y profundamente- respecto a que no da lo mismo quién gobierne.
A lo anterior, debemos efectuar una bajada también local y, por supuesto, recapitular, en octubre, conocimos el escándalo que involucró a un, hoy, ex funcionario de gobierno, militante de Renovación Nacional, cuya labor era supervisar el programa de televigilancia, individuo que terminó haciendo todo lo contrario, ya que integraba una banda narco y, gracias a una investigación, fue detenido junto a otros sujetos con un millonario cargamento en droga.
A este ilícito, debemos sumar lo que hace unos meses ratificó la Contraloría General de la República, la ex subsecretaria de Bienes Nacionales, Alejandra Bravo, ofrecía terrenos a pobladores de Antofagasta a cambio de inscribirse en un partido político, antecedentes que ya fueron puestos a disposición del Ministerio Público para que se inicie una indagatoria por delitos de corrupción.
Pero hay más, en el mes de noviembre, fuimos testigos de un audio que se masificó y que daba cuenta de afirmaciones como: “la Contraloría me pilla, créeme que me quitan hasta el cargo”, dichos que vendrían del consejero regional de RN, Guillermo Guerrero, quien supuestamente también ofrecía terrenos a cambio de apoyo en su candidatura.
A ello se agrega el abandono que ha sufrido nuestra región en un tema tan sensible como la seguridad pública, vemos con preocupación como delitos violentos, como el homicidio han aumentado en forma exponencial, sin que exista una adecuada respuesta por parte de las autoridades frente al aumento de delitos en las distintas comunas de la región, a diferencia de lo que ocurre en la región metropolitana, donde cada vez que ocurren delitos violentos en las comunas mas acomodadas de nuestro país, como lo son los “portonazos”, se diseñan planes especiales, se destinan fuerzas de tarea especiales de las policías, medidas que en ningún caso se replican en nuestra región.
Frente a esto, lo hemos dicho y hoy lo reiteramos, no da lo mismo quién gobierne, necesitamos un Presidente que se comprometa de verdad con las regiones, que comprenda que nuestro país necesita seguir avanzando en reconocimiento de dignidad y derechos para todas las personas, donde la seguridad sea un derecho para todos, independiente del lugar donde se viva, y que al final del día nos permita construir un país mas justo, con un desarrollo armónico de los territorios y que entregue oportunidades a todos sus hijos e hijas, independiente del lugar donde nacieron.