La animita de Evaristo Montt es un símbolo de la identidad y la historia de la ciudad, y preserva la memoria histórica de Antofagasta.
Este icónico y representativo lugar se encuentra en el barrio Estación, específicamente entre las calles Valdivia y Montevideo. Está decorado con fotografías, flores, mensajes y ofrendas de las personas, y las velas siempre están encendidas día y noche para rendir homenaje a Evaristo Montt y pedir su protección.
Hace casi 99 años, en la madrugada del 15 de julio de 1924, ocurrió una fuerte explosión en una locomotora de la empresa de Ferrocarril que se dirigía a las oficinas salitreras. Debido a una falla de presión, cuatro trabajadores, incluido Evaristo Montt, resultaron afectados por la explosión y su cuerpo llegó a esta esquina. Como resultado, se creó este altar que sigue presente en la ciudad y se ha convertido en una memoria histórica para Antofagasta.
Perdura por su importancia religiosa y cultural, y está lleno de mensajes escritos como “Gracias Evaristo Montt por los favores concedidos”, acompañados por el nombre de la familia o sus iniciales. También es tradición tocar la bocina del auto al pasar por ese lugar. “Yo le tengo fe, cada vez que salgo mi señora me pasa velas para venir a ponerlas aquí”, comenta Carlos Rojas, quien estaba colocando velas en la animita.
Es una devoción importante para todos los antofagastinos, un lugar especial que merece ser admirado y visitado, siendo una de las animitas más grandes de Chile y estando presente para todos a pesar de los años.