Ante la alerta por estudio que afirma que algunos productos para el cabello pueden causar cáncer, la académica de la Escuela de Química y Farmacia UNAB, Eva Graf, responde a las interrogantes que pueden surgir del uso de estos cosméticos capilares.
Según estudios publicados en el Journal of the National Cancer Institute, productos que se utilizan para alisar el cabello podrían causar cáncer de útero.
Los hallazgos indicaron incluso que las mujeres que usan estos productos con frecuencia, más de cuatro veces en un año, tienen el doble de probabilidades de padecer cáncer de útero.
Asimismo, en investigaciones anteriores ya se había establecido un vínculo entre el uso de alisadores y la probabilidad de padecer cáncer de mama.
Por esta razón, la académica de la Escuela de Química y Farmacia de la UNAB, Eva Graf, responde a las dudas que pueden surgir sobre el efecto de estos cosméticos y productos en la salud de las personas.
Riesgos
Según la química farmacéutica, se considera que los cosméticos que cuentan con registro sanitario ante el Instituto de Salud Pública no constituyen un riesgo siempre y cuando se respete el modo de empleo, las precauciones y advertencias en el rótulo del producto.
“No se puede generalizar qué sucedería con un uso excesivo, pues cada producto cosmético es diferente” sostiene.
Otras afecciones
En cuanto a si estos productos pueden generar otro tipo de afecciones, Graf señala que depende si la persona presenta alguna patología sistémica, alguna afección o patología cutánea en la cual no debiese usar algún producto cosmético, ya sea para la piel del rostro, cuerpo o cuero cabelludo.
“Si el producto cosmético en cuestión cumple con la normativa, no debería causar ningún problema en el usuario, sin embargo, siempre pueden existir personas hipersensibles, alérgicos o bien intolerantes a algún producto cosmético de uso tópico” explica.
Componentes dañinos
La académica señala que componentes como el formaldehído, no deberían jamás formar parte de un producto cosmético, pues “desde hace varios años está clasificado como cancerígeno y sensibilizador cutáneo de acuerdo al reglamento chileno”.
Asimismo, Graf indica que es deber del ISP informar mediante decretos supremos, notas técnicas y resoluciones si hay alguna alerta especial de ingredientes que se prohiban.
“Su canal principal de comunicación es mediante la página del ISP. Sin embargo, es difícil para un usuario común saber encontrar dicha información y la manera más segura de saber si un producto cumple norma, es verificando su registro sanitario en la etiqueta o rótulo del producto”.
Además, se pueden consultar e informar las reacciones adversas reportadas mediante el sitio de cosmetovigilancia del propio ISP.
Consejos para evitar efectos adversos
La experta señala que lo fundamental en estos casos es ver “revisar siempre que el producto cosmético cuenta con registro sanitario autorizado y vigente y también para qué tipo de piel es adecuada (esta información se aprecia en las etiquetas de los productos sanitarios)”.
“Si tiene dudas, siempre consultar con un químico farmacéutico de la farmacia más cercana, o bien, con su dermatólogo en caso de alguna afección cutánea o capilar”.