Esta instancia surge de un proyecto propuesto por Marchantes y que cuenta con el apoyo del Comité Corfo Antofagasta, a través de su línea de financiamiento Prototipo de Innovación Social.
Compuesto por las Villa Chuquicamata y Villa Codelco, y caracterizado por un amplio polígono de casas, condominios y dos torres emblemáticas, el Barrio Chuquicamata cumplió 50 años de existencia. Singularizado este sector por un significativo sentido de pertenencia y un alto valor patrimonial y cultural, sus vecinas y vecinos se encuentran actualmente embarcados en un tipo de experiencia que, a pesar del gran acervo identitario de muchos vecindarios en Chile, sigue siendo escasa a nivel nacional: la creación y desarrollo de museos barriales, dinámica que Unesco reconoce como una modalidad que potencia “nuevas formas de producción de memorias, de recomposición de identidades colectivas y de demandas por reconocimiento”.
En palabras de Claudia León, profesional que desde Marchantes ha gestionado el relacionamiento con el Barrio Chuquicamata, esta iniciativa “puede ser, entre otros aspectos, un ejemplo concreto de cómo una materialidad, diseñada colectivamente, puede dar vida y movilidad al patrimonio de un territorio, siendo una muestra de cómo el diseño, el diálogo, la participación colectiva y la memoria generan identidad territorial”. Claudia León destacó que las vecinas y vecinos ya estaban abordando temáticas identitarias con el respaldo y acompañamiento de Quiero Mi Barrio, programa que igualmente está apoyando el proyecto del museo barrial.
Adultos mayores
La modalidad en que se materializará el museo barrial será a través de un dispositivo en formato pop up, que consiste en muestras temporales dispuestas en módulos móviles con un alto componente de diseño que se montan y desmontan con facilidad. Sin excluir a otros públicos, la idea es que adultos mayores tengan una participación activa en la co-creación del proceso. Sobre este último aspecto, el subdirector de innovación y emprendimiento del Comité Corfo Antofagasta, Carlos Claro Nieto, valoró que “la iniciativa, desde el punto de vista de la innovación en el diseño, pone en valor la participación de todas y todos, entendiendo los diferentes grupos etarios que coexisten en el barrio, donde distintos actores exponen y entrelazan vivencias. Es un ejemplo de cómo la innovación se entiende a través del trabajo conjunto entre actores y coloca en valor la riqueza del conocimiento y de su gente, con un proyecto de impacto social que, esperamos, se pueda replicar en diferentes barrios de la región y el país”.
Por su parte, el presidente de la junta de vecinos del Barrio Chuquicamata, Pedro Sánchez, expresó que la importancia de desarrollar el proyecto en este sector radica en que “alguien que llega a vivir a la villa sepa la historia de lo que pasó antes en este lugar, porque lo que falta es poder rescatar, justamente, el patrimonio de nuestra ciudad y de nuestro espacio”. “De esta forma nos vamos conectando con el tejido humano, con nuestra gente que va dando sus opiniones, y proyectar estos aportes”, recalcó el dirigente que reside hace ya cerca de 50 años en el barrio. Cabe consignar que se tiene planificado que el museo tenga durante mayo sus primeros hitos públicos, plasmado esto en la exhibición mediada, por ejemplo, de objetos referenciales, experiencias, interacciones, historias e iconografía.