Mantener buenos hábitos de sueño, hacer actividad física y tomarse un descanso, son algunas de ellas.
Para estar saludable no sólo hay que realizarse chequeos preventivos y tratar enfermedades físicas, también es primordial cuidar la salud mental, porque si esta se ve perjudicada, altera también al resto del organismo. De hecho, hay muchas patologías que son provocadas o descompensadas por algún problema de salud mental.
Para fomentar su cuidado, la Organización Mundial de la Salud y otras entidades, celebran cada 10 de octubre el Día Mundial de la Salud Mental. De hecho, cifras del último estudio Ipsos, señalan que dos de cada tres personas indican que la salud mental es el principal problema de salud en Chile.
Es por ello, que María Paz Altuzarra, psicóloga de Clínica Universidad de los Andes, señala que “hay varias cosas que se pueden hacer para tener una mejor salud mental, todas relacionadas con ir mejorando de alguna manera la calidad de vida”.
La especialista entrega 10 recomendaciones sencillas:
- Hablar sobre lo que se siente: comentar a familiares o amigos cuando existe algún problema o simplemente algún sentimiento, puede ser muy sanador, permite sentirse apoyado y quizás encontrar las soluciones que se buscan. El solo hecho de ser escuchado ya es una ayuda.
- Tener vida social: el aislamiento es uno de los peores enemigos de la salud mental, ya que sentirse parte de un grupo protege de cuadros ansiosos, depresivos o de estrés.
- Mantener buenos hábitos de sueño: es importante mantener una buena higiene de sueño, lo que significa acostarse a una determinada hora, bajar la intensidad del día un buen rato antes de acostarse y dormir, al menos, ocho horas diarias.
- Comer de manera saludable: una alimentación sana y balanceada ayuda a mantener el equilibrio físico y emocional, además de mejorar el sueño y la capacidad física, fortalecer el sistema inmunológico y reducir los riesgos de enfermedades.
- Realizar deportes y actividad física: el ejercicio es uno de los protectores de la salud mental, ya que aumenta la energía y favorece el sistema inmunológico, generando una sensación de satisfacción y bienestar físico y emocional. También ayuda a prevenir la ansiedad y la depresión.
- Dedicar tiempo a lo que nos gusta: es importante planificar ciertas actividades placenteras a lo largo de la semana, dejar espacios para hacer cosas que nos gusten, nos relajen y mejoren nuestro ánimo.
- Ponerse metas diarias y a largo plazo: tanto en el trabajo como en los estudios y en la vida, es saludable establecerse metas y prioridades, dentro de las capacidades y tiempo de cada uno. Dejar cosas pendientes tampoco es recomendable ya que perjudica la desconexión necesaria para poder relajarse al final del día.
- Tomarse un descanso: la desconexión de los quehaceres diarios es indispensable para una buena salud mental, ya sea desde dejar lo que se está haciendo por unos minutos, hasta poner fin a esas labores a la hora del día que corresponda y tomarse vacaciones. El ocio también es sano y necesario, siendo una buena opción el cambio de escenario para lograr una mayor desconexión.
- Alejarse de sustancias adictivas: si bien muchas veces el consumo de alcohol, tabaco o de drogas dan la sensación de bienestar, esta es sólo temporal y, a la larga, comienza a afectar la salud física y mental.
- Pedir ayuda: es fundamental reconocer cuando uno no se siente bien y necesita el apoyo o asistencia de otro, sobre todo de un profesional de la salud mental, quien puede entregar las herramientas para salir adelante. Además, contar con redes de apoyo es muy importante para evitar el estrés de no saber a quién acudir ante un imprevisto.