El adorable video de una mujer centenaria aprendiendo a manejar su control remoto con la ayuda de un “torpedo”, quien también disfruta del dorama “Boys Over Flowers” en Netflix, ha cautivado a usuarios de TikTok y demostrado que nunca es tarde para abrazar la tecnología y encontrar alegría en las pequeñas victorias cotidianas.
En un adorable episodio de superación tecnológica, una mujer centenaria ha capturado los corazones de los usuarios de TikTok al aprender a manejar su control remoto de Smart TV con la ayuda de un “torpedo”. Acompañada por su nieta, quien compartió el video en la popular plataforma, la mujer muestra una disposición admirable para aprender las diversas funciones del dispositivo tecnológico.
El video, que ha acumulado casi un millón de reproducciones, muestra a la anciana explorando con curiosidad las opciones del control remoto, desde cambiar canales hasta acceder a aplicaciones como Netflix y YouTube. Entre las funciones que ha aprendido, destaca su entusiasmo por ver el dorama “Boys Over Flowers”.
Aunque al principio expresó cierta reticencia debido a la complejidad percibida, su determinación y entusiasmo por aprender han resonado profundamente en la comunidad virtual.
En una parte del video, se escucha a la nieta preguntar: “¿Le ha funcionado?”, a lo que la mujer responde con una sonrisa: “Sí, todavía estoy en aprendizaje, es que me da lata”. Esta sincera confesión de la mujer, quien se encuentra cómodamente acostada en su cama mientras maneja el control remoto con ayuda del “torpedo”, ha encantado a los espectadores por su humildad y su actitud positiva hacia el aprendizaje de nuevas tecnologías.
El registro tierno y conmovedor ha generado cientos de me gusta y comentarios elogiosos en TikTok, con usuarios de todas las edades aplaudiendo su valentía y entusiasmo. La historia de esta mujer no solo es una inspiración para la perseverancia y la adaptabilidad en la era digital, sino también un recordatorio de que nunca es tarde para explorar y disfrutar de las comodidades que ofrece la tecnología moderna.
Con su peculiar manera de referirse al apunte para aprender como “torpedo”, esta mujer centenaria se ha convertido en un símbolo de la alegría y la vitalidad que pueden acompañar el proceso de aprendizaje a cualquier edad. Su historia es un testimonio conmovedor de cómo el espíritu humano puede encontrar satisfacción y conexión en las pequeñas victorias cotidianas.