Encuentro de estudiantes y académicos en Antofagasta abordó la viabilidad de una Asamblea Constituyente en Chile para una nueva Constitución.
Una participativa jornada se llevó a cabo en la Escuela de Derecho de Antofagasta, de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Católica del Norte, en el contexto socio político que vive nuestro país. La instancia, organizada por mesas de trabajo de estudiantes constituidas al alero del Centro de Estudiantes de Derecho para abordar materias contingentes como Asamblea Constituyente, Derechos Humanos y Educación, contó con la participación y exposición de los académicos Dr. José González Pizarro y Dr. Francisco Sanz Salguero.
El profesor de Derecho Constitucional, Dr. Francisco Sanz, sostuvo que “esta es la oportunidad no de reformar sino de hacer una nueva Constitución. Si se quisiera hoy reformar la carta, el capítulo XV establece los mecanismos, y la gran limitación es que el constituyente primario, el pueblo, no puede sugerir una reforma constitucional. Entonces, la solución sería modificar el capítulo XV y eso depende de la voluntad política, para establecer el mecanismo de la Asamblea Constituyente. “.
Sanz agregó que “una asamablea constituyente es un cuerpo colegiado elegido exclusivamente para redactar una nueva carta política, no para legislar ni juzgar, solo para la redacción de una constitución. Hay muchos mecanismos, el más fácil sería componer la Asamblea eligiendo como se eligen senadores o diputados, otro mecanismo puede ser el sorteo, algo más complejo, hay muchas formas, lo importante en este momento es que exista la posibilidad de constituir una asamblea constituyente“.
Consultado sobre la desconfianza que se ha planteado respecto de las asambleas constituyentes, el constitucionalista señaló que “a nivel global han habido 25 asambleas constituyentes, la gran mayoría exitosas. Hablando de casos cercanos, el de Ecuador, Bolivia y Colombia; en el caso de Ecuador, del año 2018, permitió superar una permanente crisis política; Bolivia en el año 2009 por ser un país inviable, pobre, la nueva constitución permitió dejar eso atrás. El caso de Colombia es muy interesante, porque no surge de una explosión social sino de la iniciativa de unos estudiantes, y el gobierno de turno permitió que prosperara porque no existía en la Constitución el mecanismo de la asamblea constituyente, y así permitió tener hoy un futuro mejor, por ejemplo, en Colombia la protección de derechos fundamentales es fuerte, si usted no cumple un derecho fundamental se puede pedir a cualquier juez la tutela, y si no se cumple se entiende desacato y el desacato implica cárcel. Hoy muchos hablan de Venezuela, pero ese caso es una excepción, su constitución de 1999 funcionó, pero el problema fue que Nicolás Maduro la dejó de reconocer”.
El académico además sostuvo que “una nueva constitución puede ayudar a los chilenos a la conciliación y dejar por superada la transisión, que es lo que como observador externo puedo ver. Sin duda que una Constitución afecta nuestras vidas, por ejemplo, hace dos años el Tribunal Constitucional señaló que no podían otorgarse atribuciones al SERNAC, ya que era contrario a la Constitución; otro ejemplo es que se podría perfeccionar la protección a los derechos funamentales, a la salud, a un medio ambiente libre de contaminación, protección de bienes como el agua en que Chile es un caso único en el mundo en que el agua está en poder de unas cuantas familias“.
“El hecho de redactar una nueva carta política no implica dejar de legislar, por lo que se puede avanzar en paralelo con mejoras legislativas al sistema y en una nueva constitución. En el caso colombiano, en 6 meses se tuvo una nueva constitución, aunque el período promedio es de un año“, concluyó el experto.