Le gusta el rock, ejecuta más de tres instrumentos, no fue a un preuniversitario y no postulará a ninguna universidad de Santiago.
Pablo Lizama Ojeda, de 17 años, quien estudió en el Colegio San Luis y que luce hoy el palmarés de ser el único estudiante de la Región de Antofagasta que logró puntaje nacional en la prueba de Ciencias.
Pablo junto a su abuela y su primo fueron congratulados ayer por el Intendente Regional, Edgar Blanco, quien le entregó un presente y felicitó por el gran logro conquistado. “Para nosotros es siempre destacable que tengamos a un alumno de la región que logra un puntaje nacional. Conversando con él y su familia nos enteramos que quiere estudiar Medicina aquí en la región. Feliz de retener un talento como él y muchas felicidades para su familia”, dijo la autoridad.
Este joven confidenció -esbozando una sonrisa- que en la prueba de Lenguaje le fue más o menos (629 puntos). “En Matemáticas saqué 720. Me pudo haber ido mejor pero estaba muy nervioso”. Egresó con un promedio 6,6 (756 puntos de NEM) y el ranking le otorgó la no despreciable cifra de 795.
Asegura que no es de estudiar demasiado. “Es mi mérito lo logrado. Para sacar los primeros lugares del curso hay que poner atención en clases. Ahí está la clave. Mi receta es una mezcla de suerte, inteligencia y magia. En ocasiones estudiaba un día antes de las pruebas. Recomiendo buscar y encontrar un método de estudio. Algunas de las cosas que enseñaban ya me las sabía y sólo estudiaba lo esencial”.
“Decidí quedarme en Antofagasta por el cariño que le tengo a esta ciudad. La siento parte de mí. Mi familia no es de una gran situación socioeconómica. Mi abuela es conocida como ‘la abuela de las AFP’ ya que ella presentó un recurso que fue acogido por la Corte de Apelaciones de Antofagasta para que pudiera retirar todo el dinero de su fondo. Ella se llama María Ojeda y estuvo peleando para que le devolvieran su plata… con suerte tiene para costearse sus gastos”, enfatiza con vehemencia.
Aclaró que para la economía familiar no es viable estudiar en Santiago. Su madre, que trabaja en una empresa contratista en Coloso, debe costear los gastos de su pequeña pero gran familia que es conformada por su abuela, primo y tía. “Estudiaré Medicina en la Universidad de Antofagasta porque ésta es mi ciudad y porque cuando se está cerca de la familia se logran mejores resultados”, sentenció.