Con 31 votos a favor, 3 en contra y 11 abstenciones la iniciativa se despacha a la Cámara de Diputados y Diputadas de Chile para que comunique al Ejecutivo su aprobación por el Congreso Nacional.
El Acuerdo de Escazú es el primer acuerdo del mundo orientado a proteger a las personas defensoras ambientales, siendo América Latina la región más mortífera para estos activistas, según la ONG Global Witness.
La aprobación de este instrumento internacional promueve un proceso de transformación de la institucionalidad ambiental, para que ésta se adecúe a la situación actual de escasez hídrica y crisis climática y a las dinámicas y condiciones sociales, culturales, económicas y ambientales de cada territorio.
Es por esto que a una semana de asumir la Presidencia, el pasado 11 marzo, Gabriel Boric, firmó la propuesta de adhesión al tratado internacional cumpliendo uno de los compromisos de su campaña electoral posicionando a Chile en el país n°13 en ratificar el Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, el cuál fue firmado por 24 países entrando en vigor el mes de abril del presente año. Alguno de los otros países pertenecientes a esta iniciativa son Argentina, Bolivia, México y Uruguay.
Ante este hito, la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, manifestó que “con este tratado se fortalece la democracia ambiental y con ese fortalecimiento nos da herramientas para cristalizar que este sea el primer Gobierno ecologista del país”.